La inversión sostenible se abre paso en España

En los últimos meses, el número de gestoras que incorpora criterios ESG
a sus inversiones ha aumentado. Además, cada vez hay más firmas que apuestan
por fondos especializados en esto

25 jun 2019 / 09:43 H.

El dinero no lo es todo. Parece mentira que esta frase sea tan cierta. Más aún en un sector como el del capital privado donde la inversión, destinar recursos económicos en una sociedad es el motor de su actividad. Lo que millones de inversores han defendido en las últimas décadas, desde la Gran Depresión, es que la inversión monetaria en una compañía debe buscar la rentabilidad, otorgar beneficios a sus dueños -accionistas- para poder repartirse las ganancias y reinvertir una parte de las mismas en que la empresa siga creciendo. Algo que es lógico, pero que parece muy frío en la era de internet y de las transacciones monetarias y con desafíos como el cambio climático.

Ante esta lógica inversora en busca de la rentabilidad pura y dura, hace un tiempo que se está imponiendo la idea de que con determinadas inversiones se protegen valores. Y es que cada vez más se dan casos de fondos que están tomando conciencia de la importancia de realizar inversiones no sólo basadas en la rentabilidad y centrarse en otro tipo de criterios medioambientales, sociales y de buen gobierno. Casi todos los fondos cuentan ya con restricciones de sus consejos a la hora de invertir en ciertos sectores -armas, tabaco, productos contaminantes-. Es el caso de los fondos KKR, Ardian o EQT, entre muchos otros, que ya fijan en sus estatutos corporativos la prohibición de invertir en sectores perjudiciales para la salud y tener un objetivo sostenible y con valores humanistas.

“El desarrollo sostenible es aquel que responde a las necesidades actuales sin poner en riesgo la capacidad de las generaciones venideras de satisfacer las suyas propias”, sentenció el informe Our Common Future en 1987, abriendo una nueva perspectiva que también ha llegado al mundo de la inversión treinta años más tarde. Desde entonces, cada vez más fondos incluyen criterios de inversión como aspectos sociales, medioambientales y de gobernanza a las inversiones. Entre las fórmulas más extendidas de inversión en sostenibilidad para un fondo están los denominados sellos ISR y ASG. Éstos invierten en emisiones de renta variable o fija con sello ISR -inversiones socialmente responsables- o que atiendan a criterios medioambientales, sociales y de gobierno corporativo (ASG) como una tipología diferenciada de inversión.

Entre los motivos de inversión en sostenibilidad que están incluyendo los consejos de administración de países desarrollados figuran los relacionados con los riesgos del cambio climático. Así lo relata el informe de PwC Older and wiser: is responsable investment coming of age? Private Equity responsable investment survey 2019. El estudio asegura que “el riesgo climático puede ser considerado como riesgo derivado de los impactos tanto del cambio climático como de la lucha contra él impulsado por diferentes factores”.

Amundi es una de las gestoras que ha entendido que una forma significativa de mirar a las empresas, tanto en términos de riesgo como de oportunidades, es a través de los criterios ASG. Este gestor de activos de Europa excluye ya de todas sus carteras a las empresas que reciben la peor calificación de su equipo de analistas de ASG. La gestora se ha marcado el objetivo de llevar la inversión responsable a un nuevo nivel y una nueva escala, y está aplicando rigor y transparencia a tres áreas principales: la integración de la inversión en ASG, el fomento de la innovación y el asesoramiento a los inversores. Así, todos sus fondos de gestión activa ofrecerán una calificación ESG superior a la de sus índices de referencia o universos de inversión a final de 2021.

En el capital privado, por ejemplo, son numerosos los fondos que están apostando por estas prácticas. Así, Candice Brenet, responsable de Sostenibilidad en Ardian, explica el modelo de inversión en sostenibilidad de su fondo: “En Ardian, la inversión responsable es fundamental para nuestro negocio. Nuestro enfoque de inversión se basa en nuestra convicción de que las finanzas tienen la responsabilidad de producir resultados positivos en la sociedad y el medio ambiente”. En la práctica, Ardian se esfuerza por mantenerse a la vanguardia de los más altos estándares medioambientales, sociales y de gobierno en sus prácticas corporativas y de inversión. “Creemos firmemente que la sostenibilidad no es solo un deber, sino una gran oportunidad para apoyar cambios positivos en muchas empresas”, asegura.

Este fondo fue pionero en la práctica de compartir una parte de las ganancias de capital que logra en el momento de la desinversión en sus sociedades participadas con el equipo profesional de estas compañías. Desde 2008, Ardian ha repartido más de 48 millones de euros de ganancias de capital entre 20.250 empleados de 27 participadas. “Extendemos aún más nuestro impacto social a través del trabajo que desempeña la Fundación Ardian, que apoya la movilidad social y está activa en todo el mundo, apoyando las iniciativas locales y creando un compromiso más profundo de los empleados y una conexión con nuestro propósito”, concluye Brenet. Este es el caso de Abac Capital, que el pasado año se convirtió en la primera gestora en recibir el Premio de Ascri por su apuesta por la ESG.

El caso español

En palabras de uno de sus socios fundadores, Oriol Pinya, “en Abac somos de la opinión que las empresas deben usarse como fuerza de cambio positivo en la sociedad. Un camino que rara vez recorrían los administradores de activos cuando comenzamos nuestra política de ESG al fundar la gestora”. Abac Capital define su estrategia de inversión como “Sustainable Value Investing”, enfatizando su vocación de no solo tener una actitud responsable hacia el medioambiente, la sociedad y el buen gobierno, sino de mejorar estos parámetros en las compañías participadas como palancas de creación de valor. “En una sociedad que reconoce cada vez más el potencial de las empresas como una fuerza para el bien, no puedes mantener tu desempeño, incluyendo tu rendimiento como fondo de inversión, sin situar a la sostenibilidad en la cima de tus prioridades. En Abac Capital tratamos de combinar nuestra responsabilidad como inversores sostenibles con una sólida cultura de ciudadanía”, explica Pinya.

Otro enfoque en inversión sostenible es el de Asterion Industrial Partners, que está totalmente integrado tanto en su proceso de inversión como en su propia cultura. La firma tiene como objetivo confirmar que las empresas en su cartera cumplen con sus estándares de ESG. Además, están convencidos de que un equipo diverso ofrece mejores resultados. La diversidad del equipo se extiende a través de una mezcla de profesionales pertenecientes a distintas trayectorias profesionales, nacionalidades, edades y experiencias.

Por otro lado, la semana pasada Meridia Capital anunció su alianza con la gestora global Franklin Templeton por el que la española buscará oportunidades para que la estadounidense pueda realizar inversiones en infraestructura social en España y Portugal a través de un fondo abierto. En concreto, quieren invertir en residencias de estudiantes, centros hospitalarios, instalaciones geriátricas, universidades o colegios, entre otras. Otro ejemplo de inversión sostenible es el de la gestora española Gala Capital, que ha lanzado Cuanimen Social Impact Fund con el objetivo de captar 20 millones para inyectarlos en firmas españolas que inviertan en proyectos sostenibles. Se dirige a compañías del sector educativo e inclusión social, entre otras.

Todas estas iniciativas llegan en un buen momento para España en materia de inversión de impacto: una filosofía de inversión que persigue el retorno social y medioambiental además del financiero, aplicando herramientas innovadoras para solucionar los problemas de nuestra sociedad. Este junio el país se ha incorporado al Global Steering Group for Impact Investment (GSG), el grupo de trabajo global para la inversión de impacto social, fundado en 2013 por el G8. Foro Impacto es la asociación que ha liderado el proceso de integración del país al GSG y que persigue la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de la ONU. La presentación oficial de la adhesión se produjo en CaixaForum Madrid, durante la jornada La Revolución del Impacto, en la que se constituyó el Consejo Asesor Nacional (NAB) de España. Este órgano velará por fortalecer las empresas sociales a través de las incubadoras y aceleradoras; atraer fondos públicos y privados para catalizar la inversión de impacto; apoyarse en el capital y el conocimiento de las fundaciones para impulsar la inversión de impacto, entre otras acciones.