Las subastas pierden peso entre los fondos
La liquidez del mercado ha disparado el número de compañías que se venden a través de procesos competitivos, pero las gestoras están desarrollando nuevas estrategias para sortearlos y adelantarse a su lanzamiento meses antes

En los últimos años, la enorme liquidez en la industria del capital privado mundial ha disparado el número de compañías que se venden a través de procesos competitivos. En este contexto, la elevada competencia y las altas valoraciones han provocado que el número de empresarios españoles que optan por entablar negociaciones bilaterales con gestoras de capital privado se haya reducido, especialmente en aquellas transacciones en las que los fundadores de las empresas quieren abandonar de forma definitiva el negocio. Según explican fuentes financieras a elEconomista Capital Privado, “hace unos años lo habitual era encontrarse entre cuatro y cinco competidores en estos procesos, pero esto cambió radicalmente con la venta de Iberchem -el negocio de fabricación de perfumes y aromas de Magnum- en 2017, que marcó un antes y un después en la industria en España al atraer a más de 40 fondos de todo el mundo”.
Frente a esta tendencia, cada vez es mayor el número de fondos que está buscando estrategias diferenciales que les permitan sortear estas subastas: ya sea montando nuevos vehículos de inversión o bien creando planes de crecimiento a largo plazo distintos. Sin embargo, ¿es posible huir de estos procesos en las megaoperaciones? ¿La única forma de diferenciarse es el precio? Para Íñigo del Val, socio de M&A del despacho internacional Allen & Overy, sí es posible y lo ha demostrado en los últimos meses asesorando operaciones como la compra de Igenomix por parte de la gestora sueca EQT o la de Konecta, que acabó en manos de ICG. “Los fondos, como cualquier otro comprador, prefieren obtener exclusividad y operaciones propietarias que subastas. Pero no sólo porque hay menos competencia en precio, sino porque esto le permite también añadir valor a su propuesta. Por ejemplo, en conocimiento y química con el equipo gestor, propuestas incentivo/valor más acomodadas a la compañía,
earn-outs (pagos adicionales) sofisticados -basados en crecimiento orgánico e inorgánico y otros factores de éxito no siempre económicos-, etc.”, explica del Val.
No obstante, uno de los aspectos que juega en contra de los fondos es la rapidez que exigen estos procesos, en el que unas horas pueden decantar la balanza hacia otro comprador. Es más, algo que parece típico de las películas ocurre también en el mundo real: “hay en muchos casos que el vendedor aprieta a los fondos hasta el último momento llegando a negociar en salas paralelas”, explican fuentes del sector. En este sentido, Nacho García Altozano, principal en Cinven, explicó hace unos días en el congreso anual CapCorp que “es cierto que cada vez buscamos más exclusividad para afrontar el entorno actual de valoraciones y conservar los objetivos de rentabilidad, pero con unos plazos tan cortos como los que hay ahora es más complicado porque no tienes tiempo para pasar y conocer al equipo directivo ni puedes activar determinadas palancas de crecimiento que te permitan ser más ágil”. “Creo que esta tendencia cambiará cuando se corrijan las valoraciones o las expectativas de venta de los empresarios”, añade García Altozano.
El tiempo, un factor clave
Para el socio de Allen & Overy, “el tiempo es fundamental y el conocimiento del mercado también, hay que adelantarse a una subasta o dejarla pasar para presentar una oferta completa bien justificada y estudiada. A veces lo pueden sortear antes de que el proceso empiece formalmente, con una propuesta claramente atractiva y rapidez de ejecución. Otras veces cuando el proceso está empezado es difícil matarlo porque los vendedores tendrían que justificarlo ante sus consejos de administración, comités o inversores de forma muy evidente”.
La sofisticación de la industria de fusiones y adquisiciones -M&A, por sus siglas en inglés- en España se ha traducido también en un mayor esfuerzo por parte de los asesores para encontrar compañías interesantes para los inversores y también para enseñar a los empresarios españoles las bondades de las gestoras de capital privado, que a su vez cada vez dedican más tiempo y recursos para detectar empresas interesantes que sean susceptibles de dar entrada a un socio tiempo después. “Muchas veces, se piensa que los fondos nos lanzamos a invertir en un nicho de negocio concreto a la vez, como una especie de moda. La realidad es que muchas de las operaciones que cerramos son fruto de conversaciones y reuniones iniciadas años atrás”, explica un directivo de una gestora de capital privado española.
La diferencia del ‘mid-market’
Pese a que las subastas han sido tradicionalmente algo típico de las grandes operaciones, el conocido como mid-market español también está sufriendo este aumento de la competencia: ya sea porque los grandes fondos internacionales están bajando su ticket de inversión para poder realizar operaciones en España o porque las gestoras medianas están creciendo en tamaño y tienen más recursos. Por eso, cada vez es más habitual ver a fondos levantando vehículos más pequeños especializados en pymes. “Hemos dejado de ser inversores de moqueta para convertirnos en industriales en los polígonos”, explicaba un conocido directivo de un fondo.
Por ejemplo, Borja Martínez de la Rosa, socio fundador de Abac Capital, explicó durante su intervención en CapCorp que “se ha drenado mucha liquidez en vehículos de inversión más grandes, el lp -los inversores- buscan ahora fondos mucho más nicho”. “Nuestras operaciones son más complejas, picando piedra puedes hacer cosas más diferentes”, añadió Martínez de la Rosa. Abac participa en el accionariado de compañías como Metalcaucho, Motorcard, Plating Brap o Grupo Pronokal. “En 2008, de un día a otro, la liquidez cayó en picado y se pasó de la euforia a que nadie quería invertir en capital privado. Hoy el crecimiento es más sostenible. El entorno es más duro porque la industria está más madura, pero se están cerrando buenas operaciones dentro y fuera de subastas”, añadió el socio de Abac.
Por su parte, Juan Luis Ramírez, socio fundador de Portobello Capital, también argumentó durante este foro que “en nuestro segmento del mercado, hay operaciones que empiezan como subastas porque hay mucha gente que se acerca para cotillear, pero luego se convierten en negociaciones bilaterales. Como las dimensiones de las empresas en España son tan bajas, la clave del éxito pasa por encontrar una plataforma buena para desarrollar con la que se pueda competir, pero estas operaciones también tienen más riesgos porque requieren más trabajo y fomentar”.